Huir no es de cobardes

MiguelVida Cristiana3 Comments

Huir no es de cobardes

Huir no es de cobardesEs muy común en nuestra sociedad la creencia de que huir es de cobardes. Es algo natural, como seres humanos, pensar que al enfrentar el peligro estamos demostrando valentía. Aunque hay un poco de verdad en esto no es siempre el caso, ya que muchas veces se es valiente al mostrar prudencia ante una situación y huir del peligro.

Especialmente en la tentación es mejor huir que caer y, en la vida cristiana, vas a darte cuenta que huir no es de cobardes. Eleazar fue uno que, cuando el ejército de Israel había huido de delante de los filisteos, él se mantuvo firme y peleó, junto con David, para defender un terreno de cebada de los enemigos (1 Crónicas 11:12-14). José, por el contrario, cuando se vio tentado por la esposa de Potifar, quien insistía en querer hacerle pecar, salió huyendo dejando sus ropas en manos de ella pero conservando su pureza e integridad. Hizo lo correcto y nosotros también haremos lo correcto si huimos al encontrarnos en una situación similar.

Permítame mostrarle cuatro cosas en las cuales Dios nos manda (no es opcional) a huir:

Idolatría

Por tanto, amados míos, huid de la idolatría (1 Corintios 10:14). La idolatría trae consigo muchos otros pecados. Cuando no se da la preeminencia y la reverencia a Dios estamos pisando terreno muy peligroso. Este fue el pecado por el cual el pueblo de Israel se descarrió y fue castigado. El apóstol nos exhorta a huir de la idolatría luego nos dice: «hablo como sabios». Huir de la idolatría es actuar con prudencia y actuar con prudencia es de sabios.

Fornicación
José estaba claro en sus convicciones: «¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?»
«Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca» (1 Corintios 6:18). En nuestra sociedad permisiva la tentación hacia la inmoralidad sexual es cada vez más fuerte debido a lo accesible de la información. La pornografía y la liberalidad sexual se ha convertido en algo tan normal en nuestros días pero que Dios condena rotundamente en su Palabra. Antes de querer hacerse el fuerte ante este tipo de tentaciones lo mejor es huir. Hacer como José, quien prefirió abandonar el lugar antes que caer en la tentación. Él estaba claro en sus convicciones: «¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?» (Génesis 39:9).

Pasiones juveniles

«Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor» (2 Timoteo 2:22). Tiene que ver con lo que ya hemos mencionado, pero va más allá. Tiene mucho que ver con la presión de grupo cuando, por tratar de agradar al grupo y no quedar mal, quedamos envueltos en situaciones que claramente están mal. Nadie es lo suficientemente fuerte y por eso el apóstol exhorta al joven Timoteo a «huir de las pasiones juveniles».

Amor al dinero

«Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas» (1 Timoteo 6:11). «Estas cosas» son las que se mencionan en los versículos anteriores que tienen que ver con el amor al dinero y a la codicia por aumentar las riquezas. «Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores» (6:9-10).

Muchos han caído, manchando su testimonio al no haber tomado las precauciones en la tentación. Hay que evitarlo a toda costa, no dar ningún lugar al enemigo. No permitir que quedemos atrapados en una situación de la que no podamos salir.

Ante cualquiera de estas tentaciones, ¡HUYE!

Miguel Mosquera

Compartir

3 Comments on “Huir no es de cobardes”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *