(2) El Hombre de Dios – Su Herramienta

MiguelDevocionales, Vida Cristiana

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17)
La herramienta para el Hombre de Dios son Las Escrituras, ninguna otra. No necesitamos otra herramienta para moldear nuestro carácter al carácter de Dios. Hay muchos libros, muchas experiencias, muchos sentimientos, pero lo único que necesito para formar mi carácter y parecerme más a mi Salvador y servirle como a Él le agrada, es la Biblia.

Nuevamente 2 Timoteo 3 empieza con una lista de los diferentes tipos de personas que habrán en los últimos días (no es coincidencia que en estos tiempo veamos todos estos tipos de personas en nuestra sociedad). La gente de hoy ama cualquier cosa excepto a Dios, pero al final del capítulo se va a poner en contraste con el Hombre de Dios, quien está marcado por el amor a las Escrituras. Amar la Biblia no es querer el libro en sí sino su contenido. Es dedicar tiempo para leerla, con una actitud en nuestros corazones dispuestos  a recibir la enseñanza, la exhortación, la reprensión de parte de Dios y que también estemos dispuestos a obedecerla. ¿Cómo está mi amor por la Palabra de Dios? Nuestro Señor dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). El Hombre de Dios debe amar la Biblia, leerla y seguirla. La Biblia es la voz misma de Dios, y es tan vigente el día de hoy como lo era en los tiempos de Timoteo. Puede enseñarnos, redargüirnos, corregirnos e instruirnos en justicia. Como aquel muchacho inconverso que se le preguntó si había leído la Biblia y él contestó: “Claro que sí. La leo todos los días en mi mama”. Su madre era una fiel cristiana que leía la Biblia y la reflejaba en su vida, tanto que su hijo sabía mucho de la Biblia por tan sólo ver el carácter y el comportamiento de su madre. El Hombre de Dios debe ser perfecto, completo, y para ello tiene una herramienta única, suficiente y eficaz: La Biblia.

Ama la Biblia que Dios nos ha dado,
pues nos enseña divina verdad.
Cristo es su tema, el Hijo entregado
para salvarnos de nuestra maldad.

Ama la Biblia, lee la Biblia,
sigue a la Biblia, de Dios es el don.

Romer Miguel Mosquera