¿Se puede perder la salvación?

MiguelP&R6 Comments

se puede perder la salvación

¿Se puede perder la salvación?

rNo, la salvación no se puede perder. La salvación no depende de la persona, no es por obras, ni esfuerzo humano. Uno no «trabaja» para obtenerla ni mucho menos para conservarla. La salvación depende de Cristo, es una obra divina.

Hay quienes dicen, en cuanto a su destino eterno: “no sé, nadie sabe hasta que llegue al final de su vida”. Una de las verdades que Dios nos dice en su Palabra es que una persona puede tener la seguridad plena, en esta vida, que irá a la eternidad con Cristo si pone su confianza en Él como Salvador. Hay muchos versículos que nos muestran esto:

  • Juan 3:16
    Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano
    “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Con este versículo quisiera englobar las muchas referencias en el Nuevo Testamento a las palabras “vida eterna”. Aparecen más de 45 veces en el Nuevo Testamento. Uno se da cuenta que esta vida eterna es una posesión presente: “tenga”. Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna…” Otros pasajes conocidos que hacen referencia a la vida eterna son: Juan 4:14, 5:24, 6:40, 17:3; Romanos 6:23; 1 Timoteo 1:15-16. Dios, entonces, está dando la promesa de la vida eterna para todos los que creen en el nombre de Cristo. Estaríamos diciendo que Dios miente si Él dice que la vida eterna no es en realidad eterna porque existe la posibilidad de perderla. Pero sabemos que es imposible que Dios mienta.
  • Juan 10:27-28 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. Aquí está el mismo Señor Jesucristo dándonos las seguridad de que no podemos perder la salvación. El que cree está en las manos del Salvador. En Hebreos 1 se nos dice de las manos del Señor como las creadoras de los cielos, podemos pensar en manos poderosas. Estamos en las manos del Señor Todopoderoso y Él mismo dice “nadie las arrebatará de mi mano”. Romanos 8:35 nos enseña que “nada nos podrá separar del amor de Cristo”. Entonces, podemos estar seguros que nada ni nadie nos puede quitar la salvación.
  • Hebreos 7:25 “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”. La muerte de Cristo es la garantía de que fuimos salvos y la vida de Cristo es la garantía que él nos mantiene salvos. Fuimos salvos por la gracia de Dios sin mérito alguno, gracias a la obra de Cristo en la cruz, y de igual manera, el guardarnos salvos no depende tampoco de nuestros méritos sino de la vida perfecta y eterna de Cristo en los cielos.
  • 1 Corintios 3:15
    Ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro
    “Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”. Pablo nos está hablando del tribunal de Cristo, un lugar sólo para creyentes. Nos dice que el resultado de la vida de cada creyente puede ser comparado con oro, plata y piedras preciosas si hizo algo de valor para la eternidad, pero que se compara a madera, heno y hojarasca si no es de ningún valor eterno. Pablo va a poner el lado más negativo que pueda tener algún creyente y es que todo lo que hizo en esta vida no tiene ningún valor eterno y él dice que ese creyente aún así no pierde su salvación, “si bien él mismo será salvo”, aunque si pierde su recompensa delante de Dios.
  • Romanos 8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Los vencedores no son aquellos que han llevado una vida recta delante de Dios sino que son vencedores “por medio de aquél que nos amó”, es decir, que Cristo es el supremo vencedor por su muerte en la cruz y su resurrección, y por eso todo aquel que le recibe como Salvador es llamado “vencedor”. Aquí se nos da una garantía plena de que no hay nada que pueda separar a un creyente del amor de Cristo.

Por supuesto que afirmar que la salvación no se puede perder no es licencia para el creyente llevar una vida de pecado. Como nos enseña Romanos 6:1 «¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera».

Si quieres saber algo más o tienes algún comentario sobre esta u otra pregunta puedes contactarnos a info@salvoxgracia.com

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6 Comments on “¿Se puede perder la salvación?”

  1. Si bien es CIERTO nada ni nadie nos puede arrebatar el amor de nuestro DIOS …
    Entiéndase bien lo escrito una cosa es que nadie ni nada nos arrebate el amor de nuestro DIOS y otra cosa muy distinta es que el hijo de Dios se en camine a la muerte por ocuparce con afán de los apetitos de la carne
    Se nos hace una severa amonestación en corintio de tener mucho cuidado de no quedar tendido en el camino por no agradar a Dios ….
    La vida eterna conciste en CONOCER A DIOS y que supone ese conocimiento?

    Repito SER salvo es un regalo único y verdadero Dios que mantenerlo y conservarlo SIEMPRE dependerá de que el.hijo de Dios se mantenga firme por medio del Espíritu Santo para hacer morir las obras de la carne que producen la muerte

    Dios no miente ni engaña el Señor es fiel
    Nada inmundo entrará en el Reino de su trono
    La salvación no es por obra pero al beber de nuevo nacimos para buenas obras preparadas ppr Dios de ante mano ósea una vida en plena santidad .

    En el Tribunal de Cristo no se jusgará si somos salvo o no , lo que allí será juzgado es las razones que tuvimos para hacer la obra del Ministerio de la reconciliación

    1. La salvación no puede ser por gracia y por obras al mismo tiempo – Romanos 11:6
      Pero es cierto que una genuina conversión debe traer un andar de vida conforme a la voluntad de Dios y obras que demuestren el fruto de la fe – Efesios 2:10 y 2 Corintios 5:17

  2. En términos generales me parecen muy acertados sus estudios hermano Miguel, pero, en este caso, cómo entendemos algunos pasajes de la Biblia como este?:

    Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
    Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
    Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito,(E) y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
    2Pedro 2:20-22

    1. Estimado Enrique,

      Muy buena pregunta. Una de las cosas que muchas veces confunden es que han dicho que son salvas y han vuelto nuevamente a su vida antigua de pecado. Hay quienes pueden tener la apariencia de cristianos pero no la esencia de la salvación por la fe en Cristo. Hay varios ejemplos en el Nuevo Testamento. Judas Iscariote es un ejemplo, Simón el mago (Hechos 8:9-24; quien incluso llegó a ser bautizado), Juan habla en su epístola de los que «Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros» (1 Juan 2:19; no fue que dejaron de ser, sino que nunca fueron), y como éstos hay otros ejemplos.

      El contexto de estos versículos en 2 Pedro 2 nos ayuda a entender quiénes son estas personas. Ellos llegaron a conocer sobre el Señor Jesucristo, pero no fue más que un conocimiento intelectual. Tuvieron una «reformación» pero nunca una verdadera «regeneración». Es decir, cambiaron su vida, pero no fueron salvos. ¿Cómo sabemos que no eran salvos? Miremos la descripción que Pedro les da:
      – Son fuentes sin agua
      – Son esclavos de corrupción
      – La ilustración que Pedro usa es de una «puerca lavada». Es decir, no ha cambiado su naturaleza, sino solamente cambió su aspecto externo.

      Aquí el conocimiento de Cristo no es más que un conocimiento intelectual. De allí el que su postrer estado es peor que el primero. Esto se debe que el conocimiento genera responsabilidad, es decir, una persona que ignora la Palabra de Dios, no es tan responsable como una que habiendo conocido decide rechazar el camino de Dios (un ejemplo de esto es el caso de la ciudad de Capernaúm en Mateo 11:23).

      Cristo habla de algunos que dirán «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?» (Mateo 7:22). La respuesta que Cristo les da no es de unos que perdieron su salvación sino que nunca la tuvieron: «Nunca os conocí». Nosotros podemos ser engañados por la apariencia de algunos, pero Cristo nunca podrá ser engañado por la apariencia: «Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas» y «Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos» (Juan 10:14; 2 Timoteo 2:19).

      Espero la respuesta sea de ayuda,
      Miguel Mosquera

  3. Yo creo que nuestros nombres pueden ser borrados del libro de la vida. Por eso hay que perseverar hasta el final de nuestra existencia acá en la tierra.

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