No, María fue una persona que Dios usó con un propósito pero que no tiene ningún poder superior al de cualquier otra persona.

María dijo  en su canto, que frecuentemente llaman «el Magnificat», «Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador» (Lucas 1:46). Ella misma reconocía que necesitaba un Salvador, y que ese Salvador es Dios.

También leemos en Marcos 2:7 «¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?… Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados», y esto concuerda con lo dicho por Pedro en su predicación en Jerusalén «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos» (Hechos 4:11-12). De igual manera 1 Timoteo 2:5 «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y lo hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos».

Cuando fueron las bodas en Caná de Galilea María dijo a los que servían: «Haced todo lo que os dijere», (Juan 2:5) refiriéndose al Señor Jesucristo, por lo que en ninguna escritura encontramos a María tomando un lugar igual o superior al del Señor Jesucristo.
El único Salvador es Jesús, como lo dice Hebreos 7:25 «por lo cual puede también salvar a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos».

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