«Solamente los de la casa de Judá siguieron a David. Y fue el número de los días que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá, siete años y seis meses» (2 Samuel 2:10-11)
Una pregunta que nos viene con frecuencia a la mente, cuando estamos enfrentando prueba es: ¿por qué Dios se demora tanto en responder la oración? Saúl había muerto y David era quien le correspondía el trono por haber sido el ungido de Dios; esto no solamente lo sabía David sino que todo el pueblo de Israel lo sabía también. Sin embargo, el pueblo no lo reconoció como rey inmediatamente y David gobernó por siete años solamente en Hebrón y sobre la tribu de Judá. Pero, ¿no se suponía que al morir Saúl ya era el tiempo de reinar? No para Dios. El Señor iba a probarlo nuevamente y era necesario seguir trabajando en la paciencia de David.
Santiago nos enseña que “la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1:3). La paciencia es uno de los atributos de Dios, recordemos las palabras de Pedro cuando dice “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Dios ve la maldad en el mundo y la rebelión de las personas y aun así Él espera, porque su paciencia se muestra para salvación y siempre vamos a encontrar que cuando Dios va a ejecutar su juicio sobre el hombre, lo demora porque Él es paciente. Entonces cuando Dios se demora en responder es porque está moldeando Su carácter divino en nuestras vidas, para que seamos más como Él. Por algo David es el hombre ‘conforme al corazón de Dios’.
Miguel Mosquera
