Estas palabras dichas por Isaías tienen que ver con el reino futuro de Cristo, nos lo dice el v.2, “acontecerá en lo postrero de los tiempos”.

Cuando esto ocurra habrá una atracción hacia Dios y su Palabra. Las personas se estimularán unas a otras, diciendo, “Venid”. No será por obligación, sino por deseo voluntario. No será el deseo de unos pocos, sino el fervor de muchos pueblos.

El motivo que los atrae a la Palabra de Dios es un anhelo por aprender de ella. Quieren aprender sus caminos; están conscientes de que la Palabra de Dios es más que un libro con mucha información, nos da un modelo de vida que afecta el andar diario.

Este aprendizaje se traduce en una alteración de sus hábitos. Dice el v.4 que “volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces”. Hay un cambio evidente en sus vidas que ha sido producido por la Palabra de Dios. Ya no enfocan sus esfuerzos en la guerra y la violencia, sino que lo utilizan para lo pacífico y productivo.

No necesitamos esperar al reino futuro de Cristo para que esto ocurra en nuestras vidas. La Palabra de Dios sigue siendo viva y eficaz, solo hace falta la disposición y devoción del creyente para dejar que ella haga su efecto en nuestras vidas.

Oh Señor, que Tú nos hables,
haznos escuchar tu voz;
que obedientes hoy seamos,
respondientes a tu amor.
Tu mensaje llegue a nos,
alcanzando el corazón.

Miguel Mosquera