La gloria para Dios

MiguelDevocionalesLeave a Comment

Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres túDeuteronomio 9:6

Es un tremendo privilegio poder mirar la mano del Señor obrar maravillas. Podemos ser testigos de la manera en que Dios contesta nuestras oraciones y nos llenamos de asombro. Dios manifiesta su poder cuando hace posible lo que es imposible para el ser humanos.

Sin embargo, siempre está presente un peligro al participar en las victorias que Dios gana y ver las maravillas que Dios obra, y es que nos lleguemos a atribuir estas victorias a nosotros. Siempre corremos el riesgo de pensar en que fue por nuestra capacidad, sabiduría o méritos que algo fue hecho posible. “Yo lo logré”, “yo lo comencé”, “yo fui”, “yo lo hice” son los pensamientos que desplazan al verdadero Autor de la hazaña. También sería un error pensar que, aunque fue Dios quien lo hizo, fue gracias a nuestro conocimiento bíblico, habilidad espiritual o porque somos mejores que otros la razón. El orgullo reemplaza la humildad y la autosuficiencia reemplaza el agradecimiento.

El pueblo de Israel tenía que ser recordado que no había sido por méritos propios, sino la gracia y el poder de Dios obrando en ellos y por medio de ellos.

Una actitud humilde y agradecida nos ayudará a dar siempre la gloria a Dios.

A ti la gloria ¡oh nuestro Señor!
a ti la victoria, gran Libertador.
Te alzaste pujante, lleno de poder,
Más que el sol radiante al amanecer.

Miguel Mosquera

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