En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestraJeremías 23:6
La decadencia política en los tiempos de Jeremías era palpable. Los gobernantes y líderes oprimían al indefenso, engañaban al pueblo y ofrecían falsas esperanzas ante el inminente juicio de Dios. En los capítulos 21 y 22, Dios habla directamente a los reyes de Judá, y pronuncia juicio sobre ellos. A pesar de ello, las fallas de los reyes no van a entorpecer los planes de Dios de traer justicia y paz en la tierra.
De la descendencia de David vendría el Mesías: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5). Es una referencia directa al Señor Jesucristo, quien vino del linaje de David y quien ocupará el trono de David su padre.
Su nombre será llamado: Jehová, justicia nuestra (una clara referencia de que Cristo es Dios). Traerá paz y justicia; lejos de temores y de incertidumbres.
La decadencia política a nuestro alrededor también es evidente. Por doquier se ve que el deseo por poder y riquezas mueve las decisiones. Se han desviado tras la injusticia e inmoralidad. Somos llamados a orar por nuestros gobernantes, pero no poner nuestra esperanza en ellos, ni en las próximas elecciones. Nuestra mirada y esperanza deben estar en Cristo; Él viene.
Hermanos fieles, esperad,
el alba ya despuntará.
Se ve la bandera celestial,
la lucha pronto acabará.
Misericordia con verdad
se une a Cristo en ensalzar.
Digno el Cordero es de reinar;
Cristo ya viene otra vez.
Miguel Mosquera
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